La fotografía no tiene recetas maestras para que podamos realizar fotografías que gusten al público. En cambio, sí que tiene una elevada carga artística y unos criterios que nos permiten decidir cuales son los factores que benefician o perjudican a la foto.
Por lo general, cuando empezamos, lo que tratamos es de buscar esa receta empírica que nos de la buena foto. Pero tarde o temprano, nos daremos cuenta de que una foto atractiva se compone de una concurrencia de circunstancias que hacen que la foto destaque de entre el montón y no necesariamente tienen que concurrir todas a la vez. sino que más bien.
Lo que si que puedo deciros es una serie le líneas maestras sobre las que se puede trabajar para perfeccionar y conseguir hacer fotos que nos gusten a nosotros y al público en general.
- Practicar es un gran medio para aprender, pero además debemos estudiar y aprender determinados conceptos (básicos o avanzados) que nos servirán para evolucionar y perfeccionar nuestra técnica. Conceptos básico a conocer son:
- Nuestra cámara y por extensión las capacidades de todo nuestro equipo.
- Conceptos básicos de teoría fotográfica.
- La correcta medición de la exposición en función de lo que deseamos captar.
- Profundidad de campo versus desenfoque.
- Congelación versus movimiento.
- Captar la luz de forma adecuada.
- Poner en la escena cada cosa en su sitio. Inconscientemente, el cerebro humano percibe la disposición de los objetos en la escena en un orden, en la mayoría de los casos sin saber por qué. El fotógrafo para lograr ubicar cada objeto en el sitio adecuado, debe tener nociones sobre las reglas de composición (si alguno está interesado en profundizar en ello, puede empezar por la "Regla Aúrea" o "Proporción Aúrea").
- Saber captar el color. Tonos vivos o tonos apagados, que se complementen (cálidos o frios) o que contrasten (cálidos y frios)...
- Saber o aprender a captar el momento adecuado. Cuando algo importante, espectacular o único esté sucediendo en el momento de la instantánea. Debemos volvermos oportunistas y no será por casualidad, pues podemos prever cuándo y dónde puede o va a suceder algo. Además, debemos estar preparados cuando suceda y a veces requiere de elevadas dosis de intuición el ser capaces de adivinar o percibir que algo va a suceder. Tan sólo es necesario detectar los pequeños indicios que nos llevarán al éxito.
- Originalidad. Es algo que se está convirtiéndo esencial, especialmente desde que se ha masificado la fotografía. El ser capaz de mostrar las cosas de forma distinta al resto permitirá diferenciar el trabajo personal del resto de personas. Copiar y repetir lo que han hecho otros puede permitir aprender a resolver esas situaciones, pero no favorece al ingenio ni la creatividad.
- Transmitir algún sentimiento o sensación. Muchos dicen que una foto debe transmitir algo. Yo, personalmente pienso que no necesariamente tiene que ser así. podemos captar algo de forma muy agradable a la vista pero no necesariamente tenga que decir nada, en cambio, el atractivo de la imagen puede residir en evocar determinados sentimientos o sensaciones al que las contempla. Transmitir con fotos a veces puede resultar arriesgado pues corremos el riesgo de provocar estímulos para un tipo de espectador muy concreto, por lo general muy sensitivo, deberemos tener muy claro a quien van dirigida cada imagen.
- En ocasiones, romper con las reglas y cánones pueden resultar, pero también es arriesgado y debemos tenerlo claro.
Para mí, estos sean quizá los ingredientes principales para lograr una gran foto. al margen de que se puedan quedar en el tintero los pequeños aderezos que permiten a cada fotógrafo imprimir en sus trabajos su estilo personal o sello distintivo. El estilo propio es algo que cada uno debe trabajar. Quizá los aspectos más difíciles de controlar de todos los mencionados sean los dos últimos.
Lo que si que puedo deciros es una serie le líneas maestras sobre las que se puede trabajar para perfeccionar y conseguir hacer fotos que nos gusten a nosotros y al público en general.
- Practicar es un gran medio para aprender, pero además debemos estudiar y aprender determinados conceptos (básicos o avanzados) que nos servirán para evolucionar y perfeccionar nuestra técnica. Conceptos básico a conocer son:
- Nuestra cámara y por extensión las capacidades de todo nuestro equipo.
- Conceptos básicos de teoría fotográfica.
- La correcta medición de la exposición en función de lo que deseamos captar.
- Profundidad de campo versus desenfoque.
- Congelación versus movimiento.
- Captar la luz de forma adecuada.
- Poner en la escena cada cosa en su sitio. Inconscientemente, el cerebro humano percibe la disposición de los objetos en la escena en un orden, en la mayoría de los casos sin saber por qué. El fotógrafo para lograr ubicar cada objeto en el sitio adecuado, debe tener nociones sobre las reglas de composición (si alguno está interesado en profundizar en ello, puede empezar por la "Regla Aúrea" o "Proporción Aúrea").
- Saber captar el color. Tonos vivos o tonos apagados, que se complementen (cálidos o frios) o que contrasten (cálidos y frios)...
- Saber o aprender a captar el momento adecuado. Cuando algo importante, espectacular o único esté sucediendo en el momento de la instantánea. Debemos volvermos oportunistas y no será por casualidad, pues podemos prever cuándo y dónde puede o va a suceder algo. Además, debemos estar preparados cuando suceda y a veces requiere de elevadas dosis de intuición el ser capaces de adivinar o percibir que algo va a suceder. Tan sólo es necesario detectar los pequeños indicios que nos llevarán al éxito.
- Originalidad. Es algo que se está convirtiéndo esencial, especialmente desde que se ha masificado la fotografía. El ser capaz de mostrar las cosas de forma distinta al resto permitirá diferenciar el trabajo personal del resto de personas. Copiar y repetir lo que han hecho otros puede permitir aprender a resolver esas situaciones, pero no favorece al ingenio ni la creatividad.
- Transmitir algún sentimiento o sensación. Muchos dicen que una foto debe transmitir algo. Yo, personalmente pienso que no necesariamente tiene que ser así. podemos captar algo de forma muy agradable a la vista pero no necesariamente tenga que decir nada, en cambio, el atractivo de la imagen puede residir en evocar determinados sentimientos o sensaciones al que las contempla. Transmitir con fotos a veces puede resultar arriesgado pues corremos el riesgo de provocar estímulos para un tipo de espectador muy concreto, por lo general muy sensitivo, deberemos tener muy claro a quien van dirigida cada imagen.
- En ocasiones, romper con las reglas y cánones pueden resultar, pero también es arriesgado y debemos tenerlo claro.
Para mí, estos sean quizá los ingredientes principales para lograr una gran foto. al margen de que se puedan quedar en el tintero los pequeños aderezos que permiten a cada fotógrafo imprimir en sus trabajos su estilo personal o sello distintivo. El estilo propio es algo que cada uno debe trabajar. Quizá los aspectos más difíciles de controlar de todos los mencionados sean los dos últimos.